Una pareja gay de Minnesota se muestra muy ilusionada ante la inminente llegada de un pedo "muy deseado".
Martin y Mortimer pasaron años buscando tener un pedo en común desde que se casaron en 2010. Tras descubrir que los gases de Mortimer tenían baja movilidad, decidieron recurrir a una novedosa técnica aún en experimentación que ha resultado útil en ratones y en una señora de Alpedrete. Los riesgos eran altos pero la pareja decidió ofrecerse para la experiencia piloto.
"Todo va según lo previsto y si quiere Dios tendremos un pedo al que querremos con todas nuestras fuerzas" señaló Martin, que no descarta adoptar un pedo chino o bieloruso si el experimento falla.
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