San Martín de Porres, conocido cariñósamente como "Fray Escoba", santo peruano del siglo XVII, no sabía de qué hablar con los ratones. Eso afirma un manuscrito encontrado en Lima en 2010 y que ahora se ha dado a conocer por parte de un señor con bigote.
El texto, escrito por un secretario del Virrey Jerónimo Fernández de Cabrera, revela unas conversaciones privadas con el Santo que se mostraba orgulloso de su poder de bilocación (aparecía en varios sitios a la vez y de todos se iba sin pagar) y de levitación (se elevaba por los aires, posiblemente por la misma razón) pero que se desesperaba de sus carencias comunicativas con los roedores.
"De verdad que lo intento, pero cuando pasas del "parece que refresca" se produce un silencio incómodo" afirma San Martín sin ambages.
La sorpresa ha sido grande en ámbitos vaticanos. La noticia podría dar al traste con el posible acuerdo de limitación armamentística en al Cáucaso, si bien el mediador especial de la ONU ha mostrado su optimismo asegurando que "esperamos que esta noticia no desestabilice el equilibrio de poderes en la región".
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